Hola queridas amigas, ¿qué tal estáis?
Primero disculparme por mi abandono del blog que no ha implicado un abandono de la dieta.
Recuerdo que en la entrada anterior comenté algo acerca de mi nueva adquisición, y eso precisamente es lo que pretendo hacer ahora.
Pese a no parecerlo, soy bastante escéptica y eso de que me digan que una maquinita que vibra reduzca volumen es algo que me cuesta mucho creer; pero cuando ves que esa maquinita funciona en un familiar directo, no te queda más remedio que aceptar el hecho de "ver el creer"
Así, animada por esa persona, adquirí un cinturón vibratorio, también conocido como Slender Shaper y he decir, que funciona. Obviamente hay que seguir haciendo dieta, no es cuestión de inflarse a chocolate y después ponerse a vibrar y a hablar cual oveja. Pero si es algo que nos ayuda a mover las grasas más sólidas y que realmente tonifica. Yo no veía mucho resultado en mí, hasta que el sábado me dio por probarme un pantalón que me compré el año pasado y que dejó de abrocharme. Tras subírmelo, comprobé que me abrochaba y que me quedaba bien, lo que hizo que mi felicidad se disparase. Así que ahora, estoy más animada que nunca y no sólo trato de controlar lo que como, aunque haya días que sea imposible..., y aprovecho todo mi tiempo libre para vibrar cual consolador con el cinturón de las mil maravillas.
Yo personalmente os animo a que lo intentéis. No es exageradamente caro, y para aquellas a las que le ocurra como a mí, que el gimnasio les parece precios de lejos, creo que es la solución perfecta.
Sin más me despido hasta otro día amigas.
Un beso muy fuerte a todas!
