Queridas amigas: ¿Cómo os encontráis en este lunes invernal? Supongo que lo más correcto en este momento sería presentarme. Soy Lindsay, una alocada secretaria de 27 primaveras que, al igual que Any y Mía, está pasando por una dieta para poder no sólo encontrarse más a gusto consigo misma sino con el mundo.
Viendo que a mis queridas amigas el blog les ha servido no sólo de una grata experiencia, sino también de un gran control a la hora de pecar entre horas, he decidido unirme a ellas para tratar de superar con éxito este gran reto.
Hoy no me he pesado, no me he atrevido, pero la última vez que lo hice la báscula me saludó con un maravilloso 80 que desearía bajar a 60. Imagino que es cuestión de mucho esfuerzo y ejercicio, así que espero reunir toda mi fuerza de voluntad para poder conseguirlo.
Aprovechando el comienzo de semana, he empezado también la dieta que consiste en seguir un menú en el cual se puede comer todo lo que quieras, pero tan sólo de la comida que nos toca en el momento sin mezclar con otro tipo de alimentos a menos que sean los sustitutivos que se indican en la propia dieta.
Hoy mi desayuno se ha basado en media taza de leche con una pizca de cacao, (yo no tomo café por lo que necesito algo de azúcar para despabilarme) y una galleta casera estilo pueblo. El resto de la mañana lo he pasado a base de agua y, curiosamente, no he tenido nada hambre.
A la hora de la comida mi hermana me estaba esperando con una rica crema de calabaza y patata en la cual hemos sustituido la crema por quesitos desnatados, que también le dan una textura muy suave. De segundo, un filete de pollo a plancha acompañado con 20g de pan. De postre, como no se puede tomar fruta, hemos elegido un yogurt desnatado para no quedarnos con esa sensación tan conocida del “me falta algo”
De momento estoy contenta y muy mentalizada. Espero que de aquí a una semana pueda seguir diciendo lo mismo.
Besitos con sacarina.
Lindsay
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