jueves, 5 de marzo de 2009

¡Holocausto rumano!


Querida Any,

Cada vez que te imagino colgada de la barra esa del gimnasio con tus kilitos de más, se me enternece el corazón (y me da un poco la risa, la verdad) Ya te dije que ir al gimnasio no podía traer nada bueno, sólo agujetas y humillación. Cuando esté delgada, a lo mejor me apunto a uno para lucirme, pero hasta entonces, paso. Con respecto a lo de las compañeras de trabajo, son todas iguales, a mí lo que me han dicho es que con la dieta se me nota en que estoy adelgazando…la cara. Hijas de la gran puta, seguro que se siguen riendo de mi culo bigger than life, pero eso algún día cambiará, ya lo sabes. Y antes de lo que crees, porque si sigo adelgazando 2 kilos a la semana, para el 5 de Abril pesaré 80 kilos. Y para el 5 de Mayo 72 kilos. Y para el 5 de Junio…¡64! Bueno, igual 64 es exagerado para lo alta que soy, pero cuando tenía 17 años sí que pesaba 70 y ligaba mucho, para que te voy a mentir, querida Any, era una de las más promiscuas de mi instituto. Con 70 kilos sí que me podría permitir meterme a puta, como bien me aconsejas para sacar dinero para una liposucción, pero ya no me haría falta, me lo gastaría todo en ropa bonita, que ahora siempre voy con una ropa tan fea, barata y grande que a veces me confunden con una lesbiana.
Mi alimentación va muy bien, aunque el zumo morado se me acabó ayer y en Caprabo no tenían, así que voy con un poco como de mono por la vida, cómo entiendo a los yonkis en estos momentos. Normal, con la cantidad de cafeína que tiene una botella del dichoso zumo se puede mantener despierta a toda la población de Suiza durante dos o tres noches. Sigo comiendo ligero, aunque se cierne el drama sobre mi dieta, están a punto de despedir a la cocinera rumana, y ésta para hacer méritos y salvar el cuello (una española ante un inminente despido se tocaría el coño durante dos semanas) está haciendo las comidas más ricas, deliciosas y con mejor pinta de la historia de mi comedor, y yo, sigo comiendo verde, pescado hervido y contramuslos de pollo. Mi única motivación es pensar que la rumana está envenenando la comida con buena pinta para vengarse, y que de aquí al viernes seré la única superviviente del holocausto, rodeada de cadáveres en el comedor y acompañada por el único sonido de la infernal risa de la rumana. Ejem, creo que con esto del mono de zumo se me va la pinza y me pongo un tanto macabra. Esta noche, cenaré de nuevo cereales y zumo de naranja, y si me quedo con hambre, una gelatina. Como dijo mi nuevo icono, Samanta Villar, en el programa de anoréxicas el otro día: “Se me está quedando un tipín estupendo”
Muchos besos sin calorías,

Mia


 

Gorda de Mierda Copyright © 2009 Designed by Ipietoon Blogger Template In collaboration with fifa
Cake Illustration Copyrighted to Clarice | This template is brought to you by : allblogtools.com | Blogger Templates